Se dice que “Roma no se hizo en 1 día”, y la tan famosa “4ta
transformación” no dará resultados tan pronto; creo que esto todo mundo debe de
entenderlo; en todo caso ya son meses donde AMLO marcaba la pauta de gobernar,
mientras que la figura presidencial de Peña Nieto se hacia cada vez más pequeña
no solo por su salida sino por tratar de alejar lo más que se pudiera los
reflectores.
De septiembre hasta noviembre, AMLO no dejaba de buscar
los micrófonos, las cámaras para decir cualquier cosa; cualquier tema que le
diera ese tan anhelado reflector nacional y mundial como lo da la presidencia.
Al darse a conocer el emblema de este sexenio, no solo
molesto al sector femenino que no se incluyera a una mujer, sino la cuestión
del color MORENA dejando a un lado los colores patrios (que tanto se ha
criticado al PRI que los utiliza en su logotipo) y como buen producto, posicionar
su “marca” en la mente de los electores; cosa que le funciono al PRI durante décadas.
Muchas situaciones se van dando, como se dieron hace más
de 80 años, por lo que parece que solo el cambio fue de color, porque de
artimañas políticas son las mismas y con los mismos actores.