Entender el concepto de “Ciencias de la Comunicación” hoy en día nos lleva a pensar en “periodistas” y tal vez no es que este muy alejado el termino; pero como toda ciencia se aplican métodos de investigación para saber utilizar herramientas que lo lleven a plasmar las ideas que se buscan transmitir.
Un periodista, en todo caso es alguien que investiga temas de interés para
la sociedad sin tener que buscar influir en ella; en el periodismo se dan
diversos géneros donde se puede plasmar el sentir del mismo periodista pero con
esto puede caer en ser subjetivo, imparcial si así se le quiere llamar.
Con la llegada de las redes sociales, muchos pierden la perspectiva de
su labor, y es que quienes se hacen llamar periodistas no realizan la labor de
investigación del tema y se quedan solo en opiniones de 140 caracteres; y
quienes son comunicólogos menos realizan la investigación de notas que en ambos
casos las “fuentes confiables” son hoy en día las menos consultadas y todo se
basa en “lo que me gusta y lo que no me gusta”.
Hay quienes llevan años trabajando y se han hecho de un nombre pero si
no son capaces de aceptar la crítica que se da en las mismas redes sociales a
la que ellos mismos utilizan para decir “su verdad”, entonces ¿de que sirve que
uno tenga la oportunidad de cuestionar sus comentarios? Y desgraciadamente hay personas que solo por
el parentesco u otra situación los posicionan en un medio sin tener los méritos
necesarios para ocupar un lugar.
Utilizar las redes sociales hoy tiene que tomarse de forma demasiado
profesional porque habrá quienes no estén de acuerdo en lo que se opina, y
bloquear a la persona solo demerita la calidad profesional de no saber
argumentar lo que se publica; antes no existía esa forma de retroalimentación
tan instantánea; hoy en vez de ser una gran ayuda para exponer ideas se le
tiene miedo al debate de ideas aunque sea en un corto espacio.
No se trata de imponer ideas, se trata que las redes sociales sean
utilizadas con responsabilidad y defender el punto de vista con argumentos
porque para descalificar TODOS somos excelentes pero para aceptar una
equivocación o demostrar que se está en lo correcto solo pocos.
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