11 marzo 2013

Señor, no nos abandones.

El pasado 11 de Febrero, El Papa Benedicto XVI anuncio su renuncia como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Un suceso de grandes magnitudes religiosas, sociales y mediáticas. Desde la muerte de Juan Pablo II y hasta la elección de Joseph Ratzinger como nuevo Papa hoy los ojos están puestos en lo que será un conclave fast track.


¿Por qué digo que será rápido este conclave? Si bien la muerte no tiene fecha de llegada, la renuncia ha dado paso para poder hacer los ajustes para que la gran mayoría de los cardenales estén presentes en Roma, si bien con la excusa de la última aparición como Santo Padre de Benedicto XVI también para empezar a convencer a quienes aun tienen alguna duda para otorgar el voto

Y es aquí donde la iglesia debe de preguntarse cual es su futuro ante las nuevas herramientas, problemas de creencia y acciones que han salido a la luz, sobretodo los casos de  pederastia. Claro que el nuevo Papa tiene la obligación de seguir conservando las ideas que tantos siglos han mantenido pero la gran diferencia es que hoy el mundo no puede estar sometido a la santa inquisición. Este nuevo Papa deberá de ser alguien conciliador con las nuevas formas de pensar e interactuar para que no siga perdiendo feligreses.

¿Qué se puede esperar de este conclave que inicia el martes 12 de marzo? Sin duda un evento donde han tenido tiempo para tener a su cardenal favorito aunque hay quienes creen que por todos estos días no hay una idea clara de por quien votar; esto sería muy peligroso para la misma religión porque el que no exista un consenso solo significaría una iglesia dividida desde su interior. Por esto mismo es que si de manera rápida se tiene Humo Blanco será beneficiosa de que fue una elección que ya se tenía a la persona para ocupar este lugar.

Nombres son muchos, algunos que fueron cercanos a JPII, otros fieles a Benedicto pero entre ellos solo uno tendrá que cargar con esa cruz que es la de una religión envuelta en oscuridad para quienes buscan una luz de esperanza.




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